lunes, 12 de julio de 2010

Notorio volantazo de Clarín en torno a la polémica por el matrimonio gay: ayer en contra, hoy a favor


A caso preocupados por alguna encuesta que los mostraba cada vez más lejos de la opinión mayoritaria de la sociedad en torno al matrimonio homosexual o por alguna discusión violenta dentro del grupo, lo cierto es que el diario Clarín decidió un notorio cambio de rumbo en torno al tema.
A pesar de que el proyecto había sido propuesto por el bloque Nuevo Encuentro, y que había logrado para su aprobación en Diputados el apoyo de legisladores de todos los bloques, la primer tarea del matutino fue reducir el tema a una pelea entre el kirchnerismo y la Iglesia católica.
Más tarde lo transformaron en una disputa personal entre Néstor Kirchner y el cardenal Bergoglio y luego, el jueves y viernes de esta semana, lo vendieron como una batalla entre el bien y el mal, donde el monseñor estaba preocupado por lo trascendente y Néstor por la politiquería a cualquier precio.
Decía Clarín el sábado a través de su columna editorial “Del editor al lector”, con el título “No todo vale con tal de ganar”, que “después de sonoras derrotas parlamentarias y en medio del escándalo por las presuntas coimas con Chávez, el gobierno precisa cambiar la agenda política y cree haber encontrado una veta en una nueva pelea con la Iglesia.”
“Cristina dijo que mientras el kirchnerismo tuvo el control del Congreso ‘jamás se le negó un trato igualitario a ningún ciudadano y mucho menos a las minorías’. Fue colocar el matrimonio gay en los extremos: el que no lo aprueba es un discriminador.”
Al final descerraja: “La politización del tema es inevitable. Lo que se puede evitar es su banalización. O pretender ganar de cualquier manera.”
En cambio ayer, además de dar, por primera vez en la semana, lugar a quienes están a favor del proyecto, abre sus páginas sobre el tema con una doble central con: “Aparecen más divisiones por el matrimonio homosexual.”
El sábado sólo reproducía la opinión de cuatro obispos que parecían traídos del medioevo y no le daba lugar a las voces disidentes. El editorial de hoy, en cambio lleva como titular: “Tolerancia y diversidad”, y el editor que firma la nota advierte que la discusión sobre matrimonio gay “no es una bandera de un partido o facción política ni tampoco una excusa válida para desatar cruzadas en uno u otro sentido” y, después de repasar las alternativas del tema, concluye que “Por lo demás, el matrimonio gay debe ser aprobado”. <

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